domingo, 9 de septiembre de 2012

El sueño de todo aficionado

¿Quién no ha soñado alguna vez con encontrar en el monte un árbol de pequeño tamaño, un bonsai ya formado? ¿Por qué no existen yamadoris con el tamaño y las proporciones de un bonsai ya terminado, con su ramificación y las hojitas ya reducidas?

Para los que somos un poco vagos éste es un sueño recurrente, un deseo que no dejamos de anhelar, aunque, ya lo sabemos, es imposible.

Pero...


¿Imposible???


Imposible in nothing, como decían los del anuncio.

A veces, mamá naturaleza hace cosas inusitadas, cosas que para existir tal cual son necesitan la conjunción de varios elementos improbables. Gracias, mami.






Bueno, me gusta subir montes, y esto es lo que encontré en un lugar muy, muy lejano (o no). Valió la pena el frío (los encontré en invierno), la caminata y todo. Espero que disfruteis de estos cedros podados por los animales, con unos troncos masivos y unas agujas diminutas, que están allá arriba sobreviviendo invierno tras invierno y soportando la nieve, la sequía estival y a las cabras.






 







1 comentario:

  1. Hola Jose, que razón tienes, ver algo así es puro éxtasis para cualquier aficionado, se puede pasar uno mucho rato mirándolo por todos lados como un tonto, pero es que somos ¨asin¨, como críos.
    Un abrazo

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