
En la última cocción, además de las macetas nuevas, intenté "reparar" alguna de la cocción anterior que no había salido bien. En concreto, en esta maceta quedaron algunas partes sin cubrir por el esmalte. La solución ha sido reesmaltar con un esmalte "similar", ya que no quedaba del mismo de la vez anterior, y volver a cocer. El nuevo esmalte iba aderezado con un poco de óxido de estaño y el resultado me ha dejado sorprendido: En la parte interior ha aparecido un moteado precioso, tipo piel de leopardo, en tonos azules, y en la exterior, la distinta intensidad del color muestra los movimientos del esmalte durante la cocción, formando ríos de lava azul.

Lo bueno es el resultado, me gusta mucho. Lo malo es que no sé cómo volver a hacerlo. Habrá que hacer pruebas a ver si encontramos el caminico.